Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves semana V del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 7, 24-30.
Me gusta mucho este pasaje evangélico en cualquier versión de los textos bíblicos.
Jesús, Dios, se «deja vencer» por la fe de una mujer.
Marcos no puede pintar mejor una escena fuera de lo «políticamente correcto» de su tiempo: el Señor está fuera de la tierra santa, en Fenicia, actual Líbano, metido en una casa, donde no quiere que se le moleste, desea pasar desapercibido. Ahora bien, no lo consigue. Y es justamente una mujer, pagana, no judía, quién va a molestar, y a base de mostrar su fe, conseguirá la sanación para alguien a quien quiere mucho, su propia hija (otra mujer).
Podemos encontrar los rasgos de la personalidad de Jesús: no busca aparentar, accede a encontrarse con una mujer no judía, y se deja vencer por ella…¿No será que ve realmente nuestro corazón?
Podemos hoy visualizar este relato, y descubrir una vez más cómo es nuestro Señor.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco