Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes de la semana III de Cuaresma. Ciclo C.
Lecturas: Lc 4, 24-30
El Señor Jesús es el hombre pleno de fe.
Es la persona cuya confianza en el Padre es total. Su relación con Él es tan intensa que no se entiende a si mismo fuera de esa amistad.
Por ello no puede aceptar que la relación con Él sea simplemente un espectáculo de cosas maravillosas, admirables, para entretener o asombrar, o para solucionar algún problema. La fe es una relación intensa de amistad y cariño con el Dios que sabemos que nos ama profundamente. Un Dios enamorado.
Aceptar a Jesús es vivir esa fe. Si no, nos puede pasar como acaba este pasaje evangélico: «se abrió paso entre ellos y se alejaba»
Estemos hoy con el Señor, y pidamos vivir hondamente la fe, nuestra amistad con el Misterio que nos ama entrañablemente.
José Luis, vuestro Párroco