Para leer el Evangelio: jueves 21 enero 2021

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Jueves semana II del Tiempo Ordinario.
Lecturas:  Mc 3, 7-12

Un día más se nos presenta a Jesús inmerso en una gran muchedumbre.

El Señor, lejos de ser un santón extravagante y solitario, se encuentra inmerso en y entre la gente. Atrae multitudes de muchos sitios, de todas las provincias israelitas y cercanas a Israel, y busca como enseñar, dar consuelo a aquellas personas. Enseñar y curar.

Quita las dolencias y «espíritus inmundos» de las personas. Además, lejos de hacer un buen mercado, no desea que su nombre figure como un «famoso», como hoy diríamos, sino que se haya inmerso en lo escondido, en lo que no se ve. Aquí es más real su labor.

El Señor presente en el corazón del mundo, el Señor presente en nuestro interior, el Señor que nos libera y salva.

Podemos leer y releer este pasaje evangélico. Creo que eso es lo más importante. Saborear en silencio este mensaje. Y gustar a Dios como Él que nos quita aquello que nos angustia y elimina la paz de nuestro ser.

Igual que entonces, Dios se encuentra en nuestra vida, en nuestro interior. Vivamos y estemos unidos con Él. Pidámosle que nos quite lo que nos impida ser libres, que nos enseñe a amar como ama Él.

José Luis, vuestro Párroco