Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles semana V del Tiempo de Pascua.
Lecturas: Jn 15, 1-8
Seguinos con la imagen de la vid. Creo que la Iglesia al proponernos este pasaje evangélico desea que contemplemos despacio el misterio de la llamada a la permanencia en Jesus.
Permanecer en Jesus, esta es la clave de la auténtica vida cristiana. No profesar unas verdades, realizar unos actos muy piadosos, o ser un tipo “comprometido”. No. Estar anclado en Jesús, para con Él vivir su estilo de vida, y dejar que Él nos lleve. De Él brota todo, y todo lo va transformando, y todo lo llena de vida: sin mi no podéis hacer nada. La historia está llena de grandes fracasos ( que a veces, muchas veces, no han producido más que muerte y dolor, frutos del integrismo y la intransigencia), por intentar vivir la fe desprendidos de esa permanencia con el Maestro. Permanecer en Jesús, vivir su permanencia en nosotros, sintiendo que su savia, su Espíritu, habita en nosotros.
Estemos un rato en silencio con Él.
José Luis, vuestro Párroco