Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo semana XXI del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Jos 21, 1-2. 15-18, Sal 33, Ef 5, 21-32, Jn 6, 60-69
Me gustaría quedarme en las últimas palabras que dice Pedro a Jesús: «solo tú tienes palabras de vida».
Me gustaría que pudiéramos ir murmurando esas palabras en nuestro interior: «tú tienes palabras de vida».
Estamos hundidos en un momento duro y difícil. A veces es costoso mantener la fe y la esperanza por diferentes realidades: conflictos personales, familiares, sociales, laborales, de salud…
Sin embargo creo que desde nuestro silencio podemos vivir y saborear: «Señor, tienes palabras de vida, de vida plena».
Hoy se nos invita a elegir, como indica Josué y el Evangelio; se nos invita a vivir el amor, como dirá San Pablo, y a sentir que tan solo nuestro Dios nos puede dar una palabra de vida que nada ni nadie nos puede arrebatar.
Podemos visualizar la escena evangélica, e identificarnos con Pedro (débil, pecador, miedoso…), pero también que descubre a Jesús como la fuente de la vida.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco