Para leer el Evangelio: domingo 29 agosto 2021

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Domingo semana XXII del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Dt 4, 1-2.6-8, Sal 14, Sant 1, 17-18.21-28, Mc 7, 1-8. 14-15.31-23.

La palabra es algo externo que provoca en cada ser humano una reacción interna: cuando escuchamos esos signos auditivos, y digo escuchar no sólo oír, en nosotros se da una reacción. Unas veces más intensa, cuando nos afecta a nuestro ser, otras veces más superficial, cuando afecta al “funcionamiento” de la vida. Hay una gran variedad de reacciones al escuchar, según nos afecte más o menos a lo personal.
Hoy la Palabra de Dios insiste en la capacidad de escuchar, de escuchar a Dios: como dice el Deuteronomio: “escuchad y viviréis”.
Dios con su Palabra nos muestra su profunda cercanía. Y como dirá Santiago en su carta: “toda bondad, viene de Dios”. Escuchar la palabra, dejar que nos llegue al corazón, sentir la cercanía de Dios, nos conduce a vivir de una forma determinada, con un estilo concreto, el de Jesús.
Hoy Él nos llama a acoger la Palabra, dejarnos llenar por Él, no hacer “componendas”, como hacían los fariseos, sino ser como Él, dejándonos inundar por Dios, nuestro Padre y Madre. Igual que Jesús.
Estemos con Él.

Texto…

José Luis, vuestro Párroco