Mártires de la persecución religiosa de los años 30 del siglo XX (6 noviembre)

Desde 2010, cada 6 de noviembre, la Iglesia católica en España celebra, con rango de memoria obligatoria, a los mártires del siglo XX en España, en concreto en el periodo histórico de la persecución religiosa desatada entre 1931 y 1939.
En la década de los treinta del siglo XX se llevó acabo una de las persecuciones religiosas más sanguinarias de la historia de España. Hoy se honra a aquellos que perecieron por su Fe.

El nombre de la fiesta causó mucha polémica en su momento, decidiéndose asentarse en la conmemoración de los «Mártires del siglo XX», con carácter de fiesta obligatoria, para así agrupar a los mártires de la II República Española y la Guerra Civil en su conjunto. El número de mártires asciende a cantidades incalculables, aunque han sido beatificados y canonizados tan solo aquellos de quienes se guardaron testimonios verosímiles que aseguraran que era su Fe la causa de su asesinato. Por supuesto, el número de mártires anónimos puede aumentar en mucho al de los conocidos, y a todos ellos se pretende recordar este día.

La cifra de mártires españoles del siglo XX, beatificados y canonizados, ascendía a 1523, pero que como era sabido, durante esos años inicuos, la Fe fue el motivo del asesinato de más de siete mil miembros del clero, de los cuales se encontraban doce obispos, cuatro mil sacerdotes, tres mil religiosos y religiosas, así como otros miles de fieles laicos, cuya cifra es difícil de determinar.

El amor a Dios es, pues, la fuente de la verdadera alegría. Es lo que experimentaron personalmente estos hermanos nuestros en la fe, que hoy se presentan a la Iglesia como modelos de adhesión generosa al mandamiento del Señor. Son «beatos». En su existencia terrena vivieron de un modo muy particular el amor a Dios y, precisamente por eso, pudieron gozar de la plenitud de la alegría prometida por Cristo.
Extraído de la homilía de Juan Pablo II el 4 de mayo de 1997 en la Beatificación de algunos de estos mártires.