Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo semana XXXIII del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Dan 12, 1-3, Sal 15, Heb 10, 11-14.18, Mac 13, 24-32
Unas lecturas complejas…
Estamos a finales del ciclo litúrgico B; con tal motivo, las lecturas son de temática apocalíptica. Es decir, se nos trata de dar esperanza en tiempos difíciles.
El autor de Daniel escribe en un momento de persecución contra los judíos en el siglo III antes de Cristo. De ahí que indique que “los sabios brillarán en el cielo en oscuridad”
Marcos escribe en Roma también en momentos de una incipiente persecución. De ahí que hable de que los astros se tambalearan: es decir, que nuestras seguridades (en el caso de Roma, las divinidades paganas), tiemblan y caen.
Hoy el Señor nos invita a tener y vivir en confianza, poniendo nuestra vida en sus manos, como lo vive Él.
Todo se puede tambalear, pero somos llamados a la viva. Vivamos unidos a Él.
José Luis, vuestro Párroco