Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado semana XIV del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mt 10, 24-33.
Desde luego que hoy encontramos una llamada fuerte e intensa a ser como el Maestro.
Nuestra vida como cristianos no es imitar al Señor, sino irnos identificando con Él, e ir viviendo, siendo como Él.
La escucha y contemplación de su Palabra, la participación en la comunión, son instrumentos clave para ello: contemplar su Palabra, caer en la cuenta de que Él habita en cada uno de nosotros, dejarnos invadir por su Espíritu, es ir viviendo esa identificación. Él realmente nos transforma.
Hoy además de esa vocación a identificarnos con el Señor, se nos invita a dos actitudes fundamentales en nuestra vida de fe, actitudes que vivió Jesús: «no temáis, confiad plenamente en el Padre».
Identificarnos, confiar, no tener miedo…vivir con Él.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco