Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado XXIX del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Lc 13, 1-9.
Dos relatos evangélicos difíciles de entender.
Por un lado, una llamada urgente a la conversión. Jesús se apoya en dos acontecimientos de su tiempo para invitar a la conversión, al cambio de dirección en la vida.
Por otro lado, la paciencia de Dios: año tras año, nos da una siguiente oportunidad, como el jornalero de la higuera.
Jesús vive continuamente orientado hacia el Padre, y es como el viñador, nos da una nueva oportunidad al llamarnos a volver a orientar nuestra vida hacia Él.
Podemos hoy leer este Evangelio, saborearlo, y pedir al Señor capacidad para girar nuestra vida cada día más hacia Dios.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco