Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo Solemnidad de Santa María, Madre de Dios. Ciclo A
Lecturas: Nm 6, 22-27; Sal 66; Gal 4, 4-7; Lc 2, 16-21.
Un día curioso: primer día del año, dedicado a la paz, y a la vez a contemplar a María, Madre de Jesús.
Hoy Dios se nos revela como el Dios de la Paz. La primera lectura muestra una bendición de Dios a su pueblo por medio de Moisés; en esta bendición encontramos el fuerte deseo de paz por parte de Dios.
Una bendición que tiene su mejor muestra en el niño “nacido de mujer”, como dirá San Pablo.
Y como indica Lucas, ese niño es Jesús, el mejor don de Dios a su pueblo, una auténtica bendición. Ojalá dejáramos a “esa bendición” habitar en nuestra casa. El ya está en nuestro interior. Dejemonos llenar por Él.
María es una persona que realmente se ha dejado habitar por el Señor. Aprendamos de ella, estemos con Él.
Feliz Año Nuevo.