Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes. Feria de Navidad. Ciclo A
Lecturas: Jn 1, 19-28.
En este pasaje evangélico podemos ver la grandeza de corazón de Juan Bautista: un líder que rechaza ser el centro. Juan vive sabiamente su lugar y su misión, y a pesar de mover multitudes, hace ver que él no es ni el Mesías, ni el centro de la vida. Es como una voz en el desierto, alguien que anuncia al importante; él que no es digno ni de desatarle la sandalia… Cuánto tenemos los pastores y líderes religiosos que aprender del Bautista…
A la vez, podemos descubrir cómo Jesús se revela: el Señor está presente entre las personas, inmerso entre la gente, en todo “siendo uno más”. Dios mismo que no desea aparecer como Dios, sino como “uno de tantos”, Dios encarnado, uno igual a nosotros..Dios no viene de forma aparatosa, sino que se introduce a fondo en la vida humana. Desde esta encarnación, Jesús trae la salvación.
Hoy podemos contemplar así esta Palabra : grandeza de Juan, y grandeza de Jesús: desde lo más insignificante, nos traen la salvación. Estemos con Él.