Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de la semana IV de Cuaresma. Ciclo A
Lecturas: Jn 5, 17-30.
Un discurso largo, tal vez enredado, complejo…pero que aporta dos grandes vivencias de Jesús: la profunda comunión con el Padre, y la fuente de la vida que es el Padre. El Hijo está tan unido a Él, que también es la gran fuente de la vida.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: unido al Padre, fuente de la vida. Cada persona, cada uno de nosotros, llamados a vivir como El.
Estemos con Él..
José Luis, vuestro Párroco