Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles Santo.
Lecturas: Mt 26, 14- 25.
Seguimos contemplando los momentos previos a la Pasión, aún siendo repetitivos.
Otra vez nos encontramos en el entorno de la cena, y la previsión por parte de Jesús de la traición.
Hoy podemos contemplar a Jesús como el amigo que pide ayuda a unos amigos para celebrar la cena, que respeta la libertad de los discípulos, aún de aquel que intuye que le va a traicionar, y que desea estar con aquellos a quienes quiere, compartiendo la vida con ellos, participando de la mesa.
Jesús respeta nuestra libertad, desea ser amigo, o amante, nuestro, y quiere compartir la vida con cada uno de nosotros: desea que deseemos ser de los suyos.
José Luis, vuestro Párroco