Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la III semana de Pascua (Ciclo A).
Lecturas: Hch 2, 14. 22-33; Sal 15; 1 Pe 1, 17-21; Lc 24, 13-35..
Jesús se manifiesta hoy como el Dios entregado, pero también exaltado y glorificado, como dice Lucas en los Hechos.
San Pedro nos recuerda que hemos sido salvados por la entrega de Jesús.
Y el Evangelio nos revela la cercanía del Señor Vivo y Resucitado. Para mi, esta es una de las más bellas páginas de los Evangelios.
El Señor hoy se hace presente en el camino de la vida, en medio del desanimo, del fracaso, de la vergüenza y de la tristeza. Como aquellos discípulos, todos caminamos en mitad de esos sentimientos. Y el Señor se hace presente en nuestro caminar.
Él está en nuestro camino, y nos da luz para entender. Nos pide que le insistamos: «Quédate con nosotros…» Por qué Él está deseando quedarse. Y seguir haciéndose presente también en el pan partido y repartido.
Hoy podemos leer despacio este Evangelio, visionarlo, contemplar a Jesús: como se acerca, como habla, como acompaña… Y pedirle » quédate con nosotros»
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco