Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado de la IV semana de Pascua (Ciclo A).
Lecturas: Jn 14, 7-14.
Estamos muy acostumbrados a oír estas palabras, pero no por ello dejan de ser asombrosas: el Padre en mi y yo en Él. Y, por supuesto, quién está en mi, está en el Padre, «hará sus cosas». Jesús nos invita a estar en el Padre, y a darnos cuenta de que El está en nosotros.
Creo que hoy podemos contemplar así a Jesús: lleno de la presencia del Padre, del Misterio es puro amor; y a la vez, podemos contemplar su presencia en nosotros. En la medida en que le acojamos y nos fiemos de Él, creamos en Él, aquí está, en nosotros. En mi, en ti.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco