Para leer el Evangelio: jueves 4 abril 2024

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Jueves de la Octava de Pascua.
Lecturas: Lc 24, 35-48.

Continuamos con las apariciones del Resucitado, está vez con un sentido distinto, aunque muy presente en la vida, o como dije ayer, en el camino.

El Señor se presenta en mitad de la comunidad, y lo primero que hace es desear la paz. No hay reproche, no hay agresividad, tan solo deseo de paz. E insiste, “soy yo, en persona”: el Resucitado es el Crucificado, que es Aquel que caminó y anduvo con el grupo de discípulos. A pesar de la traición de ellos, no hay reproche, trae la paz, y el perdón, como dirá.

Hoy podemos contemplar así a Jesús: el Señor de la vida, del perdón, de la paz, de la comunidad, del envío a anunciar el gran amor del Padre. Podemos visionar este relato, y empaparnos de la presencia viva de Jesús en nuestra vida, como lo estaba en aquel grupo.

Estemos con Él.

José Luis, vuestro Párroco