Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes semana X del Tiempo Ordinario.
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
Lecturas: Jn 19, 31-37
Hoy se nos invita a contemplar el propio amor de Dios, simbolizado en el corazón.
La lectura de hoy nos narra cómo el corazón del Maestro, colgado en la cruz, es atravesado. En definitiva, Jesús es rematado en su agonía en la cruz.
El evangelista nos desea narrar con un acontecimiento biológico (¿saldría de esa herida a un cadáver sangre y algo de líquido pleural u otro liquido corporal?), otro acontecimiento teológico: de la entrega radical del Señor brota la Iglesia, la comunidad o familia de los discípulos (el agua, el bautismo) , y aquello que la mantiene, la alimenta, la Eucaristía.
Hoy se nos llama a contemplar ese infinito amor del Señor, entregado radicalmente por Él, y saborearlo, vivir inmersos en Él. Podíamos contemplar ese momento, visualizar una imagen de Jesús, mirándonos con un infinito amor y desear estar hundidos en Él. Estemos con el Maestro.
José Luis, vuestro Párroco