Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves semana XXXI del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Lc 15, 1-10
Un Evangelio para «ver» a Jesús: encontramos en este texto cómo es el Maestro: se acerca a todos, especialmente a los más alejados, su total libertad y apertura le hace ganarse el desprecio de los «importantes», le dicen «ese», y se manifiesta a través de las dos parábolas que hoy se nos narra cómo Aquel que busca, se preocupa, se da, emplea su tiempo y su vida para encontrar, cuida y toma entre sus hombros, cercanía absoluta, y se alegra al ver que el alejado de la vida se recupera.
Por ello decía que es un Evangelio para saborear y vivir, para contemplar al Maestro y verle, estar con Él.
Estemos con Él, descubrámosle un día más.
José Luis, vuestro Párroco