Presentación del Señor (2 febrero) – Jornada Vida Consagrada

A los cuarenta días de su nacimiento, siguiendo lo prescrito por la ley mosaica, Jesús fue presentado en el Templo, al mismo tiempo que su Madre realizaba la ceremonia de su purificación. Es por tanto una fiesta tanto del Señor como de su Madre. Se celebraba ya en Jerusalén a finales del siglo IV. Desde allí se extendió a Oriente y a Occidente.

Es una de las fiestas más antiguas. El “Itinerarium” de Eteria (390) habla de esta fiesta . En el siglo V se empezaron a usar las velas para subrayar las palabras del Cántico de Simeón, “Luz para alumbrar a las naciones”, y darle mayor colorido ala celebración.

A esta fiesta se le llamó de la Purificación de María. Con el Concilio Vaticano II se le cambió de nombre, poniendo al centro del acontecimiento al Niño Dios, que es presentado al Templo. El Evangelio de San Lucas (2, 22-38) funde las dos prescripciones legales distintas, ya citadas, que se refieren a la purificación de la Madre y a la consagración del primogénito.

En esta celebración la Iglesia da mayor realce al ofrecimiento que María y José hacen de Jesús. Ellos reconocen que este niño es propiedad de Dios y salvación para todos los pueblos. La presencia profética de Simeón y Ana es ejemplo de vida consagrada a Dios y de anuncio del misterio de salvación.

La bendición de las velas es un símbolo de la luz de Cristo que los asistentes se llevan consigo. Prender estas velas o veladoras en algunos momentos particulares de la vida, no tiene que interpretarse como un fenómeno mágico, sino como un ponerse simbólicamente ante la luz de Cristo que disipa las tinieblas del pecado y de la muerte.

Una vez cumplido el rito de ofrecer los cinco siclos legales después de la ceremonia de la purificación, la Sagrada Familia estaba dispuesta para salir del templo cuando se realizó el prodigio del encuentro con Simeón, primero, y con la anciana Ana, después.

Contraste de la vida. El mismo Jesús está llamado para ser: Luz y gloria y a la vez escándalo y roca dura contra la que muchos se estrellarán. ¡Pobre María, la espada que desde entonces atravesó su Corazón! . . .

Además, hoy día 2 de febrero se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Este año bajo el lema La vida consagrada, parábola de fraternidad en un mundo herido.
El objetivo de esta jornada es ayudar a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca y dedicar su vida a Él.

Los obispos de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada dedican esta jornada a estos hombres y mujeres que, en medio de innumerables desafíos, al borde del camino o en el rincón más inhóspito de una barriada cualquiera, se convierten en ayuda para las heridas del mundo.
Vida-Consagrada-Materiales-2021-1.pdf (conferenciaepiscopal.es)

el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, celebrará una Misa en la catedral de Santa María la Real de la Almudena  a las 19:00 horas. Concelebrada por el padre Elías Royón, SJ, vicario episcopal para la Vida Consagrada, y religiosos sacerdotes, a la Eucaristía están invitados a asistir los consagrados y consagradas de la diócesis. Por las limitaciones de la pandemia, también podrá seguirse en a través del canal de YouTube de la archidiócesis.
Madrid – El cardenal Osoro celebra Misa de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada