Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves semana III del Tiempo de Cuaresma.
Lecturas: Lc 11, 14-23
Un texto bastante curioso, con consejos incluidos.
De Jesús en su tiempo se hicieron muchísimos comentarios: un líder carismático, que arrastra multitudes, que realiza algunos milagros, que predica de forma extraordinaria, que plantea que Dios nos ama cómo un Padre, que todos somos iguales, vamos, que el perdón y la misericordia deberían primar…
Por supuesto que aquellos a quienes no interesaba su proyecto “le ponen verde”, surgen cotilleos y comentarios nada halagüeños para Jesús. Tampoco nada nuevo en la historia humana.
Dirán de Él de todo. Hasta acerca de su nacimiento irregular. Por supuesto, que está loco, o es un poseído.
¿Qué hace ver Jesús? Que el Reino, que la Presencia de Dios, ya está entre nosotros, y que aquello que el hace, vive y realiza es un signo de esa Presencia.
Después nos invitará a tomar partido por Él, a sembrar con Él.
Hoy se nos llama a sentir esa Presencia. Él sigue estando en nuestra vida, en nuestra historia. Y a tomar partido por el Señor.
Pidamos que sea así.
José Luis, vuestro Párroco