Para leer el Evangelio: lunes 22 noviembre 2021

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Lunes semana XXXIV del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Lc 21, 1-4

Me gustaría fijarme en dos detalles que impregnan este pequeño relato evangélico.
Uno, como el Señor está atento a lo que ocurre, incluso a lo más insignificante: una mujer viuda y pobre que se acerca al templo. El Señor mira el corazón. Nada para Él es insignificante, y le da el valor que realmente tiene. Mira y valora de forma distinta, muy distinta, a la nuestra. Nos mira y contemplar a cada uno de una firma especial, aún cuando pensemos que “no valemos la pena”. Su criterio es bien distinto del nuestro.
El otro es como la mujer se acerca: sin aspavientos, de forma humilde y sencilla, auténtica, se acerca y da lo que tiene, lo que es: ¿cómo me acerco al Señor?
Esta mujer pone lo que tiene para vivir, pone su vida en manos de Dios.
Cómo nos mira Dios, cómo nos acercamos cada uno a Dios. Seguro que si nos acercamos como aquella mujer, seguro que nos acoge, como hizo con aquella persona. Acerquémonos a Él.

José Luis, vuestro Párroco