Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la III semana de Pascua (Ciclo B).
Lecturas: Lc 24, 35-48.
Es precioso este relato evangélico. Un relato para ver, imaginar y meterse en él…
Me sorprende una de las frases de Jesús: «soy yo en persona». Dios se presenta el mismo, y nos dice «paz». Es lo propio de nuestro Dios: desearnos la paz. Podemos contemplar a Jesús Resucitado: soy yo…
Podemos también recordar y vivir las ultimas frases del Maestro: «esto es lo que os dije…la entrega de uno mismo lleva a la vida…»
Hoy os invito a leer despacio este Evangelio, a meteros dentro del relato, y a escuchar las palabras del Señor: Él nos desea la paz, y nos recuerda «ánimo soy yo…no temáis».
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco