Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes de la semana I del Tiempo de Cuaresma.
Lecturas: Mt 25, 31-46.
Creo que está parábola más que mostrar el juicio final nos revela algo fundamental, muy unido a nuestra fe bautismal: ¿donde se encuentra nuestro Dios?, o ¿donde podemos encontrar al Señor?
Hoy Jesús en está parábola se nos revela muy presente en aquellos que sufren. No hace analítica de lo que pueda haber llevado a esas pobres gentes a esas diferentes situaciones: desnudo, en la cárcel, hambriento… Sino simplemente nos dice dónde está Él: en aquel que sufre.
¿Que nos pide? Ser como Él. Personas de misericordia entrañable.
Os invito a leer despacio este Evangelio, y a pedir a Dios gracia para descubrirle en los demás, como Él desea.
José Luis, vuestro Párroco