Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la Sagrada Familia: Jesús, José y María. Ciclo C
Lecturas: Sir 3, 2-6. 12-14; Sal 127; Col 3, 12-21; Lc 2, 41-52
Por un lado, hoy está fiesta nos presenta al Señor inmerso en el seno de su mundo, e inmerso, como todo ser humano, creciendo y viviendo, desarrollándose, en familia.
La familia como pieza fundamental para ser realmente persona. No podemos ser sin familia. Nuestra naturaleza nos pide desarrollarnos y madurar en el seno de una familia. Hoy se nos presenta así a Jesús: sus padres le buscan «angustiados», buscan al niño perdido muy preocupados porque no le encuentran, porque le quieren.
Las tres lecturas, en definitiva, nos presentan el amor como la identidad de la vida en familia.
Siempre busco reconocer como se revela Dios en su Palabra; descubrimos hoy a Jesús inmerso en el seno de una familia, pero también hoy podemos pensar que significa ser familia: lo que define la unidad familiar de José, María y Jesús no es justamente el «orden legítimo» ( es más, sería una familia «irregular», de acuerdo con nuestros principios), sino el amor. Es el Amor lo que hace posible la unión familiar.
Tenemos la vocación a «ser en familia», a vivir en nuestros núcleos familiares amando, igual que hizo el Señor.
Hoy podemos contemplar así a Jesús, en familia, y pedirle sabiduría para vivir amando. Como hizo Él.
.José Luis, vuestro Párroco