Las administraciones públicas, la sociedad civil y la Iglesia están organizando la acogida de refugiados ucranianos y otras muestras de solidaridad. En la vida de la Iglesia existen ya algunos cauces que pueden hacer llegar la ayuda a las personas damnificadas por esta guerra. Cáritas está trabajando para reforzar la ayuda económica para la acogida de emergencia en los países fronterizos de Ucrania (aquí la información y el contacto).
Como la emergencia motivada por el desplazamiento de refugiados puede prolongarse en el tiempo, desde el Departamento de Migraciones de la CEE se pide a las personas, familias o entidades interesadas en la acogida de refugiados que se comuniquen, en sus diócesis de residencia, con las Delegaciones de Migraciones o las Cáritas diocesanas para recabar la información que precisen.
Ayuda a la Iglesia Necesitada ha lanzado también una campaña de emergencia para sostener la misión de la Iglesia en aquel país, con el lema «Emergencia Ucrania: Empieza la guerra, la Iglesia se queda». El objetivo es enviar un millón de euros de ayuda de emergencia en apoyo a la Iglesia en Ucrania, ante el avance de la guerra y el aumento de las necesidades en el país.
En todo caso, conviene mantenerse en el ámbito de actuación de la propia diócesis y a continuar orando por el final de las guerras, por sus víctimas y por la paz mediante el diálogo en Ucrania, en Mali y en el mundo entero