Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes de la semana V de Cuaresma. Ciclo B.
Lecturas: Jn 8, 1-11.
Es un texto para visualizar e imaginar, para “meternos dentro de él”
Hoy podemos descubrir al Maestro en mitad de la vida cotidiana judía, en el templo, entre gente, enseñando.
Justamente en mitad de lo habitual, el Señor hace que los que acusan a esa pobre mujer se encuentran consigo mismos. Al menos tienen la virtud de reconocer su pecado y su pobreza.
Y, además, vuelve a mostrar el rostro misericordioso de Dios: tampoco Él condena.
Jesús reconoce la dignidad de esta mujer, y la invita a seguir adelante, volver a caminar.
Podemos ver a Jesús como el Dios que nunca condena, el Dios de la misericordia. Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco