Catequesis del Papa Francisco sobre los vicios y virtudes (6º)

Las catequesis del Papa anteriores están en:
1ª publicación (2 marzo): Introducción: custodiar el corazón; el combate espiritual y vicio de la gula
2ª publicación (4 marzo): vicios de la lujuria, la avaricia y la ira
3ª publicación (6 marzo): vicios de la tristeza, la acedia y de la envidia y la vanagloria
4ª publicación (12 abril): vicio de la soberbia; el actuar virtuoso y virtud de la prudencia
5ª publicación (21 abril): virtudes de la paciencia, la justicia y la fortaleza


La templanza / el 17 de abril de 2024
Hoy reflexionamos sobre la virtud de la templanza, que es la cuarta y última virtud cardinal. Se trata de la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. La persona que vive esta virtud es sobria, mesurada, tiene capacidad de autodominio y no se deja arrastrar por la pasión.
En un mundo que exalta los excesos y el desenfreno, la templanza nos ayuda a poner orden en el corazón, a vivir con sabiduría y a buscar la justa medida a todas las cosas. Esta virtud asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. También nos hace apreciar mejor los bienes que recibimos y las relaciones que establecemos con los demás.
La Palabra de Dios a menudo alaba la virtud de la templanza, que está relacionada con actitudes evangélicas como la pequeñez, la discreción, la vida escondida y la mansedumbre... (seguir leyendo el texto completo en el enlace azul del inicio)

La vida de gracia según el Espíritu / el 24 de abril de 2024
En las catequesis pasadas reflexionamos sobre las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Hoy nos acercamos a las tres virtudes teologales, que son la fe, la esperanza y la caridad. Se denominan teologales porque son infundidas por Dios y se viven en la relación con Él. Estas virtudes nos dan una especial asistencia del Espíritu Santo para poder seguir las huellas de Jesús en nuestra vida cotidiana.
El Espíritu Santo nos ayuda a distinguir claramente el bien del mal y a tener la fuerza para optar por el bien. En el deseo de hacer lo correcto, sin embargo, podemos caer en la autosuficiencia o en el voluntarismo. Pero si nos abrimos con humildad al Espíritu Santo, Él reaviva en nosotros las virtudes teologales. Así, cuando perdemos la confianza, Dios aumenta nuestra fe; cuando nos desalentamos, despierta en nosotros la esperanza; y cuando nuestro corazón se enfría, Él lo enciende en el fuego de su amor... (seguir leyendo el texto completo en el enlace azul del inicio)

La fe / el 1 de mayo de 2024
La catequesis de hoy hace referencia a la primera de las virtudes teologales, la virtud de la fe. El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que por la fe creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado. Es también el acto con el que el ser humano se entrega libremente a Dios.
En la Sagrada Escritura encontramos algunos ejemplos de la fe, ejemplos basilares: fijémonos en la figura de nuestro padre Abraham, que estuvo dispuesto a abandonar su tierra y, por su total confianza en Dios, no negó ofrecerle en sacrificio a su único hijo, Isaac. También la fe de Moisés nos anima, ya que, aun en medio de pruebas y dudas, siguió confiando en el Señor, mientras guiaba a su pueblo por el desierto. Y veamos por último la fe de la Virgen María, la cual ante el anuncio del Ángel respondió generosamente con un corazón totalmente disponible, abandonándose plenamente a la voluntad de Dios... (seguir leyendo el texto completo en el enlace azul del inicio)