Catequesis del Papa Francisco sobre los vicios y virtudes (última)

Las catequesis del Papa anteriores están en:
1ª publicación (2 marzo): Introducción: custodiar el corazón; el combate espiritual y vicio de la gula
2ª publicación (4 marzo): vicios de la lujuria, la avaricia y la ira
3ª publicación (6 marzo): vicios de la tristeza, la acedia y de la envidia y la vanagloria
4ª publicación (12 abril): vicio de la soberbia; el actuar virtuoso y virtud de la prudencia
5ª publicación (21 abril): virtudes de la paciencia, la justicia y la fortaleza
6ª publicación (17 mayo): virtud de la templanza, la vida de gracia según el Espíritu y la virtud de la fe


La esperanza / el 8 de mayo de 2024
Hoy reflexionamos sobre la esperanza, que es la virtud teologal que nos ayuda a comprender que nuestra felicidad es el Reino de los cielos y la vida eterna, confiando en las promesas del Señor Jesús y en el auxilio de las gracias del Espíritu Santo. Se fundamenta en el misterio pascual de Jesucristo y en el don del Espíritu Santo, no en nuestro esfuerzo ni en nuestra voluntad personal.
Frente a las preguntas trascendentales sobre el destino de nuestra vida y del mundo, la esperanza es la respuesta que Cristo nos da. Con ella, podemos vivir con alegría y serenidad nuestro presente, pues Jesús nos asegura un futuro confiable y un horizonte luminoso. Sin esperanza, en cambio, el hombre vive en la tristeza y cae en la desesperación.
Pecamos contra la esperanza cuando nos quedamos anclados en el pasado, olvidando que Dios nos ama, que es misericordioso y más grande que nuestro corazón, Dios es más grande que nuestro pecado; pecamos cuando no tenemos el valor de tomar decisiones que nos comprometan de por vida... (seguir leyendo el texto completo en el enlace azul del inicio)

La caridad / el 15 de mayo de 2024
Nuestra reflexión de hoy es sobre la caridad, tercera virtud teologal; es decir: la fe, la esperanza y la caridad son virtudes teologales. Y con esto completamos nuestras catequesis sobre las virtudes. La caridad proviene de Dios, nos encamina hacia Él; la caridad nos permite amarlo, llegar a ser sus amigos, a la vez que nos capacita para amar al prójimo como Dios lo ama.
La caridad de Cristo, como nos lo recuerda en las bienaventuranzas, nos apremia a ocuparnos de los hermanos más pequeños, más relegados. Se trata de un amor concreto, de un amor intrépido, que abraza incluso lo que no es amable; un amor que perdona, olvida, bendice y se entrega sin medida.
Esta virtud es la “puerta estrecha” que nos permitirá llegar al cielo; será el único criterio de juicio, pues “al atardecer de nuestra vida seremos examinados en el amor”. Como lo sabemos, al final sólo permanecerá la caridad... (seguir leyendo el texto completo en el enlace azul del inicio)

La humildad / el 22 de mayo de 2024
Concluimos hoy el ciclo de catequesis dedicado a “los vicios y las virtudes”. Y hoy reflexionamos sobre la humildad, una virtud que está en la base de la vida cristiana y es la gran antagonista del peor de los vicios, que es la soberbia. La humildad nos ayuda a ubicar todo en su justa medida: somos criaturas maravillosas pero limitadas, con cualidades y defectos. «Humildad es andar en la verdad», decía santa Teresa.
En las Bienaventuranzas, Jesús menciona algunas actitudes que nacen de la humildad, como la mansedumbre, la misericordia y la pureza de corazón. Esta disposición interior nos ayuda a combatir el orgullo y los delirios de grandeza que tantas veces surgen dentro de nosotros.
Para ahondar en esta virtud contemplemos a la Virgen María, modelo de humildad y pequeñez. En la vida oculta, libre de ambiciones y vacía de sí, María hizo de toda su vida un magníficat... (seguir leyendo el texto completo en el enlace azul del inicio)